lunes, 18 de diciembre de 2023

(Des) Habitante

Si no habitara este planeta

me gustaría ser:

bruma, estrella, arena,

arcoiris, humedad y frío.

El poema más triste

jamás escrito.

La marea más alta.

La canción preferida.

El atardecer más intenso.

Ser casualidad.

Acto Político. 

Ser poeta. 

Ser silencio.

Ser nostalgia.

Ser amor. 

Ser calma. 


“Conocía íntimamente lo que era la deriva interna.”
 Vivian Gornik

miércoles, 19 de julio de 2023

Hipatia

 

No más Hipatias en la Historia,

en la vida cotidiana.

No más campanadas fúnebres

de religiosas o paganas.

De filósofas, astrónomas,

médicas, enfermeras.

Estudiantas, vendedoras,

estilistas, deportistas.

Niñas, madres de familia.

No más huérfanas ni huérfanos.

No más mujeres que esperan

a sus hijas con velas encendidas,

entre llantos y lágrimas

aferradas a un retrato

en silencio en la cocina.

Hincadas ante un altar.

Protestando, excavando.

Por se mujer sabia,

dedicarse a la ciencia

a Hipatia la desnudaron,

desgarraron sus carnes

con conchas y tejas.

Para borrar su recuerdo

por no someterse al cristianismo.

 Así, muchas

han sido asesinadas:

camino a casa o escuela.

Al salir de una fiesta.

Dentro de un taxi. 

Por turbas o solitarios,

conocidos o desconocidos.

Por tener vulva y vagina.

Por no besar la cruz

de un sistema

que nos quiere

calladas y sumisas.

Pariendo, sirviendo,

dedicadas a los cuidados.

Entre cuatro paredes

prisioneras

del amor romántico.

Hagamos la revolución

desde la teoría.

En universidades,

plazas públicas,

oficinas gubernamentales.

En colegios y cafeterías.

En la recámara,

en cenas familiares.

Al grito de Hipatia

violadores, acosadores,

abusadores, tiemblen.

Nunca, nunca más

tendrán la comodidad

de nuestro silencio.

El sistema patriarcal

no se va a caer.

Lo vamos a tirar.       


"Nos han enseñado a tener miedo a la libertad; miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad."   Marcela Lagarde                     

 

viernes, 7 de julio de 2023

Carmen

 


N
ueve meses me cargaste en el vientre,

después en los brazos.

Me ofreciste de tus pechos, calostro,

de las noches, tu sueño,

de los años, tu juventud.

Rompí tu piel al crecer en tu interior.

Líneas blancas indelebles,

vetas hundidas, nuevas y viejas

con las que firmamos tu cuerpo

yo y las otras siete crías que pariste.

Seguiste mis pasos no solo de niña,

también de joven y adulta.

Cuando me fui de tu casa

me quedé en tu “cabeza

como la huella de una ausencia.”

Y a mí,

nunca se me ocurrió preguntarte en vida

cuáles fueron tus sueños y deseos.

Si los realizaste o no.

Si deseaste, qué y a quién.

Si nos deseaste.

Sí, a tus ocho crías.

Si alguna vez te arrepentiste

o quisiste renunciar al rol de madre,

de cuidadora, de mujer “de”.

Si llegaste a conocer a la mujer que fuiste

 o simplemente la dejaste en el olvido

por darte a la crianza, a un hombre

y a los quehaceres de la casa.

Si te sentiste querida, deseada, valorada.

Muchas veces te vi contenta,

también llorar y reñirle a mi padre.

Te vi lavar ropa, trastes. Planchar.

Ir al mercado. Cocinar.

Ser la última en sentarte a la mesa,

en apagar las luces e irte a la cama.

Limpiar después de las fiestas en casa.

En otro tiempo

hubiera podido decir con seguridad,

que sí, fuiste feliz.

Ahora no lo sé. Tardemente.

Porque las mujeres de tu generación

fueron educadas para darse,

estar para los y las demás.

“Flor con forma de mujer

Esa es la imagen

de la ama de casa:

las mamás son bellas, son como rosas

plantadas en un solo lugar

y se van a quedar ahí

por más bellas que sean.”

Con ese amor incondicional

de madres sacrificadas, abnegadas.

¿O de mujeres sometidas?

Roles asignados, inexorables, qué ejercer.


"Escribo sobre mi madre y pienso que quiero volver a ser hija." Daniela Rea Gómez

Fotografía: Carmen a la edad de 9 años. 

sábado, 10 de junio de 2023

Felina



Mientras hacíamos el amor, él y yo,

te imaginaba a ti, mujer ojos de gata.

Que eras tú

a quien acogía entre mis muslos.

Que eras tú

quien me probaba despacio.

Que era tu lengua y no la de él

la que irrumpía suavemente y se abría paso

entre la verticalidad de mis labios.

Circundando mi centro.

Haciéndome erguir hasta resonar.

Tu boca brindándome el sabor a almizcle

de mi savia, elemento que da vida.

Revitalizando la materia que soy.

Solo un ruido sordo proveniente de él

logró distraerme.

Quise abducir tu imagen en mi pensamiento

y perpetuar esa sensación que no provino de ti,

sino de él.

Hasta nuestro próximo encuentro,

mujer de hermosos ojos de gata.

"El cristianismo le dio al erotismo su sabor de pecado y leyenda cuando dotó a la hembra humana de un alma."                 Simone de Beauvior

(Mujer africana. Pintura en óleo. Tamara Cascado).



 

lunes, 20 de marzo de 2023

Deseo

 

Algunas noches al apagar la luz,

me encuentro con el deseo pletórico

debajo de las sábanas.

Me despojo entonces

de la ropa que me estorba.

Un rayo de luna se filtra

a través de la cortina

que danza con el viento

que te llama.

Cierro lo ojos,

imagino el peso de tu cuerpo

sobre el mío.

Mis dedos inician el recorrido

que saben de memoria.

El centro de mi cuerpo, erguido,

la piel erizada.

Balbuceo.

Me quejo.

Todo mi cuerpo progresivamente

responde a tu recuerdo.

Exhultante, 

pronuncio tu nombre en voz alta. 

Ahí me pierdo.

Luego el viento se calma,

la cortina ya no se mueve.

La luna se oculta tras una nube

que presagia lluvia y frío.


"El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo, tan indispensable como la poesía." Anaïs Nin

jueves, 17 de noviembre de 2022

Eclipse


Luna roja, luna de mayo,

del desierto palpitante.

Tibio y tímido.

Pende en el cielo titilante,

mientras un ave perdida

 y herida lo atraviesa.

Abajo, en tierra,

en el balcón

de una casa en ruinas,

las siluetas de dos cuerpos

desnudos, extasiados y lánguidos,

observan la vía láctea

que se abre paso

en la espesura de la noche.

Ella, él, quisieran bebérsela

como han hecho momentos antes

con la savia olor a almizcle

que a fuerza del deseo

ha brotado de sus cuerpos.

Luna eclipsada, luna de sangre.

Luna de fuego, luna solitaria.

Sabe ciertamente que ella, que él,

solo son instantes.


¿Qué haría yo sin lo absurdo y lo fugaz? Frida Khalo







martes, 25 de octubre de 2022

Reescribir (me)


En el año 2016 vio la luz el poemario "A dos tintas", escrito por otro poeta y por mí. Un intercambio de mensajes enviados a través de la red social Facebook que fueron recopilados y publicados. Texteo virtual entre dos amantes ficticios, un juego escritural que empezó de manera espontánea y que después nos propusimos continuar y terminar para un fin. 

En ese año todavía no conocía el feminismo y mi vida se regía por el "amor disney". Cuánto tiempo invertí en esperar al hombre indicado, en luchar por el amor a pesar de las violencias normalizadas. Cuánto llanto y tristeza mientras los hombres gobernaban y tomaban decisiones importantes. Uno de los objetivos del sistema patriarcal se cumplía en mí al pie de la letra. 

"El amor ha sido el opio de las mujeres como la religión de las masas. Mientras nosotras amamos, los hombres gobernaban. Tal vez no se trate de que el amor en sí sea malo, sino de la manera en que se empleó para engatusar a la mujer y hacerla dependiente, en todos los sentidos". (1)

Hoy me asumo feminista. Llevo cinco años más, menos, leyendo a feministas, escuchando conferencias de feministas, participando en tertulias feministas, escribiendo con feministas. Por ello la vida la vivo desde una perspectiva muy distinta. No sé si más feliz, porque sí, el feminismo nos jode, sin embargo, termina salvándonos la vida. "Ver la realidad desde el feminismo ha implicado para mí aprender a resignificar el dolor, porque elegir ser feminista no me lo evitó, no me hizo automáticamente feliz, pero sí me dio las herramientas para tomar decisiones con las cuales, sin creer en la libre elección, pudiera ser consciente de lo que me hacia tomarlas y responsable de las consecuencias." (2)

Es por ese transitar en el feminismo que lo que pienso, siento y escribo ahora, ya no corresponde a lo que pensé, sentí y escribí en el 2016. Amo A dos tintas, es un poemario que me dejó muchos buenos momentos y amistades entrañables, sin embargo, es momento desde mi mirada actual del mundo, de mis sentires y pensares, le de otro significado a mis propias letras. Es decir, descontextualizar y recontextualizar -me-. 


Espero les interese leerme y puedan dejar su opiniones sobre este nuevo proyecto y los textos. Nada me gustaría más que nutrime de la experiencia y conocimiento de otras mujeres.


(1) Política sexual, Kate Millet. 1970. Ed. Cátedra.

(2) El feminismo me jodió la vida (Y después me salvó), Selvia Mirtala Vargas Kotasek. Ed. Corda.